Stanley Kubrick, creador de clásicos
Fue uno de los directores de cine más brillantes de todos los tiempos. Su talento le permitió abordar distintos géneros y nos dejó joyas en cada uno de ellos.
Stanley Kubrick ha sido uno de los cineastas que más a contribuido para que el cine sea llamado el séptimo arte. En esta nota homenaje, ha 80 años de su nacimiento, haremos un repaso por su trayectoria.
Pocos directores a lo largo de la historia del cine han podido darse el lujo de pasar de un género a otro con la facilidad que lo ha hecho Stanley Kubrick.
Su afición por la fotografía lo acercó al mundo de las cámaras. Trabajó algún tiempo como fotógrafo para una revista, pero finalmente cambió la cámara de fotos por la de cine. Sus conocimientos de fotografía se manifestaron a lo largo de su carrera y se puede apreciar en cada una de sus películas.
Apenas trece largometrajes figuran en su filmografía; sin duda, es el mejor ejemplo de que calidad es mejor que cantidad. Comencemos, entonces, un repaso por la carrera del director.
Luego de filmar algunos cortos, en 1953 presentó Fear and Desire, que mucho tiempo después se arrepintió de realizar.
En 1956, pateó el tablero del cine y presentó una joya titulada The Killing, con un enfoque muy distinto al de la época.
En 1957, llegó su primer film vinculado a la guerra: Paths of Glory, protagonizada por Kirk Douglas y ambientada en la Primera Guerra Mundial. El mensaje totalmente en contra de la guerra se repitiría después en otras películas del director. El film causó revuelo en Europa; en Francia, las autoridades se mostraron molestas por la faceta que mostraba de su ejército y la película terminó siendo estrenada casi veinte años después; en España, recién se hizo en 1986.
En 1960 volvió a trabajar con Kirk Douglas, pero para hacer esta vez Spartacus, un film épico. El reparto contó también con Laurence Olivier y Tony Curtis, entre otros actores destacados. Kubrick debió lidiar otra vez contra la censura, esta vez por escenas violentas y otras que expresaban alguna ambigüedad sexual. Estas últimas, muy sutiles para nosotros en la actualidad, pero para los extra-sensibles estadounidenses de la época post-mcarthysta, era demasiado.
Luego vino la adaptación cinematrográfica de Lolita, del libro de Vladimir Nabokov, quien fue el encargado de adaptar su novela para la película. La historia original trata de un escritor que se enamora de una pre-adolescente. El poder de la censura le hizo cumplir dos años más a la protagonista. En la película, Lolita tiene 14 años, en lugar de 12, como en la historia original.
La siguiente producción de Kubrick fue una joya de la comedia. Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb o tan solo Dr. Strangelove. Este es uno de los mejores films de Kubrick y vuelve sobre el tema de la guerra, que el director había dejado en Paths of Glory. En este caso, todo es una parodia de los sistemas militaristas, a los que deja en ridículo. El escenario es un episodio de la Guerra Fría en el que está a punto de desatarse un conflicto nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El genial Peter Sellers se luce en todo momento, interpretando nada menos que tres papeles.
Debieron pasar cuatro años para el estreno de la siguiente película del brillante director. En 1968 se estrenó una de sus obras más grandiosas y que marcaron un antes y un después en la historia del cine. 2001: Odisea del Espacio resultó una verdadera joya de la ciencia ficción, catalogada por muchos como la mejor película del género jamás hecha. Se basó en los textos de Arthur Clarke, con quien Kubrick colaboró para adaptarlos al guión.
Tres años después, en 1971 filmó La Naranja Mecánica (A Clorkwork Orange), película por la cual ganó muchísimo reconocimiento y que estuvo basada en la novela del mismo nombre de Anthony Burgess. La violencia es uno de los ejes principales de esta distopía. El film resultó demasiado violento en Estados Unidos, y fue certificado como X, hasta que Kubrick accedió a hacer una pequeña edición para que la certificación bajara a R. La Naranja Mecánica resultó ser el trabajo más significativo en la carrera del director.
En 1975 dirigió Barry Lyndon, basada en una novela de William Makepeace Thackeray. Un film de época que se quedó con cuatro premios Oscar en varios rubros, pero los más importantes, mejor película y mejor director, no los pudo ganar.
En 1980, Kubrick se acercó a un género que todavía no había abordado: el terror. Fue así que filmó El Resplandor (The Shining) basado en una obra del maestro del horror, Stephen King, y que contó con un excepcional Jack Nicholson, más esquizofrénico que nunca y que dio una de las interpretaciones más enfermas de todos los tiempos.
Luego, llegaría Full Metal Jacket en la que nuevamente vuelve la guerra como eje principal. El sistema de entrenamiento militar de los soldados para prepararlos para la Guerra de Vietnam que muestra el film es una ironía trágica que aunque un tanto exagerada, no deja de tener aristas muy reales. Los gritos del instructor militar al soldado interpretado por Vincent D'Onofrio causan aturdimiento hasta en el espectador. Tanto es así que finalmente entendemos la acción final del soldado, producto del grado de locura que le genera el continuo hostigamiento de su superior.
La última película de Kubrick fue Eyes Wide Shut, de 1999 y que generó más controversia que buenas críticas. La protagonizó la entonces pareja de Hollywood, Tom Cruise y Nicole Kidman. Ese mismo año y antes de su estreno, Stanley Kubrick murió en Inglaterra.
Su aporte al séptimo arte es inconmensurable. Muchas de sus innovaciones fueron estudiadas e imitadas por cientos de directores influenciados por su mágico talento. Cada una de sus producciones se ha convertido con el tiempo en un verdadero clásico. Por todo esto, Stanley Kubrick tendrá por siempre un lugar destacado en la historia del cine.
Stanley Kubrick ha sido uno de los cineastas que más a contribuido para que el cine sea llamado el séptimo arte. En esta nota homenaje, ha 80 años de su nacimiento, haremos un repaso por su trayectoria.
Pocos directores a lo largo de la historia del cine han podido darse el lujo de pasar de un género a otro con la facilidad que lo ha hecho Stanley Kubrick.
Su afición por la fotografía lo acercó al mundo de las cámaras. Trabajó algún tiempo como fotógrafo para una revista, pero finalmente cambió la cámara de fotos por la de cine. Sus conocimientos de fotografía se manifestaron a lo largo de su carrera y se puede apreciar en cada una de sus películas.
Apenas trece largometrajes figuran en su filmografía; sin duda, es el mejor ejemplo de que calidad es mejor que cantidad. Comencemos, entonces, un repaso por la carrera del director.
Luego de filmar algunos cortos, en 1953 presentó Fear and Desire, que mucho tiempo después se arrepintió de realizar.
En 1956, pateó el tablero del cine y presentó una joya titulada The Killing, con un enfoque muy distinto al de la época.
En 1957, llegó su primer film vinculado a la guerra: Paths of Glory, protagonizada por Kirk Douglas y ambientada en la Primera Guerra Mundial. El mensaje totalmente en contra de la guerra se repitiría después en otras películas del director. El film causó revuelo en Europa; en Francia, las autoridades se mostraron molestas por la faceta que mostraba de su ejército y la película terminó siendo estrenada casi veinte años después; en España, recién se hizo en 1986.
En 1960 volvió a trabajar con Kirk Douglas, pero para hacer esta vez Spartacus, un film épico. El reparto contó también con Laurence Olivier y Tony Curtis, entre otros actores destacados. Kubrick debió lidiar otra vez contra la censura, esta vez por escenas violentas y otras que expresaban alguna ambigüedad sexual. Estas últimas, muy sutiles para nosotros en la actualidad, pero para los extra-sensibles estadounidenses de la época post-mcarthysta, era demasiado.
Luego vino la adaptación cinematrográfica de Lolita, del libro de Vladimir Nabokov, quien fue el encargado de adaptar su novela para la película. La historia original trata de un escritor que se enamora de una pre-adolescente. El poder de la censura le hizo cumplir dos años más a la protagonista. En la película, Lolita tiene 14 años, en lugar de 12, como en la historia original.
La siguiente producción de Kubrick fue una joya de la comedia. Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb o tan solo Dr. Strangelove. Este es uno de los mejores films de Kubrick y vuelve sobre el tema de la guerra, que el director había dejado en Paths of Glory. En este caso, todo es una parodia de los sistemas militaristas, a los que deja en ridículo. El escenario es un episodio de la Guerra Fría en el que está a punto de desatarse un conflicto nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El genial Peter Sellers se luce en todo momento, interpretando nada menos que tres papeles.
Debieron pasar cuatro años para el estreno de la siguiente película del brillante director. En 1968 se estrenó una de sus obras más grandiosas y que marcaron un antes y un después en la historia del cine. 2001: Odisea del Espacio resultó una verdadera joya de la ciencia ficción, catalogada por muchos como la mejor película del género jamás hecha. Se basó en los textos de Arthur Clarke, con quien Kubrick colaboró para adaptarlos al guión.
Tres años después, en 1971 filmó La Naranja Mecánica (A Clorkwork Orange), película por la cual ganó muchísimo reconocimiento y que estuvo basada en la novela del mismo nombre de Anthony Burgess. La violencia es uno de los ejes principales de esta distopía. El film resultó demasiado violento en Estados Unidos, y fue certificado como X, hasta que Kubrick accedió a hacer una pequeña edición para que la certificación bajara a R. La Naranja Mecánica resultó ser el trabajo más significativo en la carrera del director.
En 1975 dirigió Barry Lyndon, basada en una novela de William Makepeace Thackeray. Un film de época que se quedó con cuatro premios Oscar en varios rubros, pero los más importantes, mejor película y mejor director, no los pudo ganar.
En 1980, Kubrick se acercó a un género que todavía no había abordado: el terror. Fue así que filmó El Resplandor (The Shining) basado en una obra del maestro del horror, Stephen King, y que contó con un excepcional Jack Nicholson, más esquizofrénico que nunca y que dio una de las interpretaciones más enfermas de todos los tiempos.
Luego, llegaría Full Metal Jacket en la que nuevamente vuelve la guerra como eje principal. El sistema de entrenamiento militar de los soldados para prepararlos para la Guerra de Vietnam que muestra el film es una ironía trágica que aunque un tanto exagerada, no deja de tener aristas muy reales. Los gritos del instructor militar al soldado interpretado por Vincent D'Onofrio causan aturdimiento hasta en el espectador. Tanto es así que finalmente entendemos la acción final del soldado, producto del grado de locura que le genera el continuo hostigamiento de su superior.
La última película de Kubrick fue Eyes Wide Shut, de 1999 y que generó más controversia que buenas críticas. La protagonizó la entonces pareja de Hollywood, Tom Cruise y Nicole Kidman. Ese mismo año y antes de su estreno, Stanley Kubrick murió en Inglaterra.
Su aporte al séptimo arte es inconmensurable. Muchas de sus innovaciones fueron estudiadas e imitadas por cientos de directores influenciados por su mágico talento. Cada una de sus producciones se ha convertido con el tiempo en un verdadero clásico. Por todo esto, Stanley Kubrick tendrá por siempre un lugar destacado en la historia del cine.
Comentarios
Me gustaron todas las demás a excepción de Eyes wide shut. Ni Nicole Kidman ni Tom Cruise fueron creíbles. Muñecos de goma en manos de un director demasiado estetizante.