Solo un enorme realizador como Martin Scorsese puede regalarnos una maravilla como Hugo , una cinta que se mete en el corazón del espectador desde diferentes ángulos y con, prácticamente, todos los matices posibles. Hugo es una película que mira la vida desde la más tierna infancia hasta el ocaso, pero sin resignarse. Nos ofrece flores, trenes, relojes, magia y ... cine. Y es aquí donde quiero detenerme, porque más allá de que los relojes sean el símbolo de la película, tal cual es afiche lo representa, me sorprendió gratamente el viaje que nos propone Scorsese para rescatar a ese genio que fue Georges Méliès , interpretado por un enorme Ben Kingsley . Hace poco, al contarles lo maravillosa que me había resultado The Artist , les confesaba mi fascinación por el cine mudo. Al hacer el repaso por las grandes figuras, omití, sin darme cuenta, a Méliès. Al verlo reflejado en Hugo, sentí que debía reparar ese olvido, comentándoles a todos los que no lo conocen quién fue este gran cineas...
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