Tim Burton, en el país de las maravillas
¿Qué más se puede agregar sobre la carrera de un hombre que deslumbró al mundo con su inagotable imaginación?
Quizás lo que se pueda mencionar es que a los 50 años es uno de los directores más importantes de la historia del cine. Y eso no es poca cosa.
Creador de mundos increíbles y personajes inolvidables, logró la simbiosis perfecta con Johnny Depp, a tal punto que cada nuevo trabajo que los une es un deleite para el público de todo el mundo.
Transformó a su esposa, Helena Bonham Carter, en su musa y en su extensión femenina en la pantalla, un lugar que también supieron lucir Winona Ryder y Christina Ricci, en otras de sus grandes películas.
Si repasamos su historia, aunque no fue su primer trabajo, seguramente hay que destacar el corto Vincent, como una de sus creaciones más personales. Luego vendrían otras joyas, como Beetle Juice, con Michael Keaton y Winona Ryder.
Se dio el gusto de dirigir a uno de sus más grandes ídolos, el mítico Vincent Price, a quien le regaló un broche de oro para una carrera inigualable. Esa última gran producción en la carrera del recordado actor, se llamó Edward Scissorhands, el Joven Manos de Tijera para Latinoamérica. La pareja central, estuvo a cargo de la inolvidable dupla conformada por Winona Ryder y Johnny Depp.
Tim Burton le devolvió la oscuridad a Batman en la pantalla, luego de su versión psicodélica de la década del sesnta. Y se dio el lujo de tener a un Jack Nicholson más que inspirado en el rol de Joker.
Creó uno de los más grandes clásicos de animación de todos los tiempos: The Nightmare Before Christmas. Con Jack Skellington, a esta altura, un personaje de culto. Cabe recordar que Burton escribió la historia, pero la película fue dirigida por Henry Selick. Aunque no hay dudas que la mano de Burton está presente en cada detalle de esta obra maestra.
Le rindió homenaje al peor director de la historia, con una de las mejores películas de la historia: Ed Wood. Con un Johnny Depp impecable y un Martin Landau que se mimetizó de una manera sorprendente con el mítico Bela Lugosi. La cinta contó además con la participación de Sarah Jessica Parker, Patricia Arquette y el genial Bill Murray.
Adaptó el clásico Sleepy Hollow, en una versión acorde a sus gustos, nuevamente con Johnny Depp, esta vez haciendo una pareja con Christina Ricci. Una mención especial se merece Christopher Walken, quien sabe y mucho como hacer de malo, otro actor a la medida de Burton.
Burton logra otra de sus películas más personales, abordando la relación padre e hijo en una cinta llena de fantasía, a la que llamó Big Fish.
Montó su propia fábrica de chocolate junto a Johnny Depp en Charlie and the Chocolate Factory.
Tomó una leyenda rusa del siglo XIX y la transformó en esa poesía visual llamada Corpse Bride (El cadáver de la novia). Una historia que cuenta con un protagonista llamado Víctor, un personaje animado a la imagen y semejanza de Johnny Depp, y por supuesto con su voz. Este pobre muchacho se debate entre dos novias: una viva y la otra muerta. En este filme, nuevamente Tim Burton nos deleita con una película a su medida. Un verdadero festival para los ojos, donde el mundo de los vivos es gris y sombrío, mientras que el de los muertos está lleno de color.
Tomó el musical de Broadway llamado Sweeney Todd y lo transformó en una película genial, deslumbrante y, por su puesto, muy Burton. Con Johnny Depp y Helena Bonham Carter.
Otro personaje muy afín al director, es Danny Elfman. Seguramente el hombre que mejor sabe poner la nota justa para que las películas de Tim Burton tengan ese toque de distinción que las hace únicas.
Dentro de lo que viene, en la filmografía del director, se destaca Alice in Wonderland (Alicia en el País de las Maravillas), una adaptación en formato CGI del clásico de Lewis Carroll. Todo indica que esta versión nos sumergirá en lo mejor del mundo Burton. Brindemos porque así sea.
Quizás lo que se pueda mencionar es que a los 50 años es uno de los directores más importantes de la historia del cine. Y eso no es poca cosa.
Creador de mundos increíbles y personajes inolvidables, logró la simbiosis perfecta con Johnny Depp, a tal punto que cada nuevo trabajo que los une es un deleite para el público de todo el mundo.
Transformó a su esposa, Helena Bonham Carter, en su musa y en su extensión femenina en la pantalla, un lugar que también supieron lucir Winona Ryder y Christina Ricci, en otras de sus grandes películas.
Si repasamos su historia, aunque no fue su primer trabajo, seguramente hay que destacar el corto Vincent, como una de sus creaciones más personales. Luego vendrían otras joyas, como Beetle Juice, con Michael Keaton y Winona Ryder.
Se dio el gusto de dirigir a uno de sus más grandes ídolos, el mítico Vincent Price, a quien le regaló un broche de oro para una carrera inigualable. Esa última gran producción en la carrera del recordado actor, se llamó Edward Scissorhands, el Joven Manos de Tijera para Latinoamérica. La pareja central, estuvo a cargo de la inolvidable dupla conformada por Winona Ryder y Johnny Depp.
Tim Burton le devolvió la oscuridad a Batman en la pantalla, luego de su versión psicodélica de la década del sesnta. Y se dio el lujo de tener a un Jack Nicholson más que inspirado en el rol de Joker.
Creó uno de los más grandes clásicos de animación de todos los tiempos: The Nightmare Before Christmas. Con Jack Skellington, a esta altura, un personaje de culto. Cabe recordar que Burton escribió la historia, pero la película fue dirigida por Henry Selick. Aunque no hay dudas que la mano de Burton está presente en cada detalle de esta obra maestra.
Le rindió homenaje al peor director de la historia, con una de las mejores películas de la historia: Ed Wood. Con un Johnny Depp impecable y un Martin Landau que se mimetizó de una manera sorprendente con el mítico Bela Lugosi. La cinta contó además con la participación de Sarah Jessica Parker, Patricia Arquette y el genial Bill Murray.
Adaptó el clásico Sleepy Hollow, en una versión acorde a sus gustos, nuevamente con Johnny Depp, esta vez haciendo una pareja con Christina Ricci. Una mención especial se merece Christopher Walken, quien sabe y mucho como hacer de malo, otro actor a la medida de Burton.
Burton logra otra de sus películas más personales, abordando la relación padre e hijo en una cinta llena de fantasía, a la que llamó Big Fish.
Montó su propia fábrica de chocolate junto a Johnny Depp en Charlie and the Chocolate Factory.
Tomó una leyenda rusa del siglo XIX y la transformó en esa poesía visual llamada Corpse Bride (El cadáver de la novia). Una historia que cuenta con un protagonista llamado Víctor, un personaje animado a la imagen y semejanza de Johnny Depp, y por supuesto con su voz. Este pobre muchacho se debate entre dos novias: una viva y la otra muerta. En este filme, nuevamente Tim Burton nos deleita con una película a su medida. Un verdadero festival para los ojos, donde el mundo de los vivos es gris y sombrío, mientras que el de los muertos está lleno de color.
Tomó el musical de Broadway llamado Sweeney Todd y lo transformó en una película genial, deslumbrante y, por su puesto, muy Burton. Con Johnny Depp y Helena Bonham Carter.
Otro personaje muy afín al director, es Danny Elfman. Seguramente el hombre que mejor sabe poner la nota justa para que las películas de Tim Burton tengan ese toque de distinción que las hace únicas.
Dentro de lo que viene, en la filmografía del director, se destaca Alice in Wonderland (Alicia en el País de las Maravillas), una adaptación en formato CGI del clásico de Lewis Carroll. Todo indica que esta versión nos sumergirá en lo mejor del mundo Burton. Brindemos porque así sea.
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