viernes, 18 de abril de 2008

Benny Hill, el hombre de las mil carcajadas

El locutor anunciaba el título del programa con una voz más apropiada para un documental de la National Geographic que para un programa humorístico. A partir de allí, la pantalla del televisor se aceleraba al ritmo de la cámara rápida. Venían las persecuciones, las confusiones, los golpes, las mujeres ligeras de ropas, las miradas lujuriosas y las cachetadas. Al unísono, las carcajadas en nuestras casas se hacían estruendosas. Esta es una síntesis de las incontables noches que hemos pasado mirando a este inolvidable genio del humor conocido como Benny Hill.

Se llamaba, en realidad, Alfred Hawthorn Hill y había nacido en Southampton, Inglaterra. El nombre de pila por el que lo conocemos lo adoptó luego de trabajar en el teatro Jack Benny. Inició su carrera como comediante en el año 1941 trabajando en music halls y clubes nocturnos.

En 1949 tuvo su primer papel en televisión en el programa Hi There. Siguió apareciendo de vez en cuando sin mucha trascendencia hasta que en 1955 se presentó El Show de Benny Hill.

En 1969 El Show de Benny Hill pasó de la cadena BBC a la Thames Television. Fue recién a partir de ese momento en el que el cómico tuvo el control absoluto de su show. Desde entonces, dio rienda suelta a su humor que consistía en hacer rutinas, sketchs y musicales graciosos.

El programa fue un éxito absoluto y se mantuvo 20 años seguidos en el aire. Llegó a ser vendido a lugares insospechados como China. Aquí, en Argentina, llegó doblado y con la voz original de Benny atenuada, de fondo. Hoy, a pesar de los lanzamientos en DVD, la nostalgia nos lleva a seguir viéndolo doblado al castellano.

El semblante de Benny es todo un símbolo del humor. Fue capaz de hacer reir hasta con gestos casi imperceptibles. Las persecuciones ida y vuelta en la que cada vez se agregaba más gente, los correteos a las chicas y los golpes propios del cine mudo, tendrán para siempre el sello de Benny Hill.

Entre las inolvidables imágenes que se nos vienen a la mente mientras recordamos su show, está el rostro de Jackie Wright. Ese anciano calvo al que Benny le palmeaba la cabeza cada vez que podía. Su pequeña contextura física y su aparente fragilidad contrastaba con los rudos personajes a los que muchas veces debía representar.

Otro aspecto de trascendencia del show fue su música. La melodía principal llamada Yakety Sax fue rebautizada por la audiencia para convertise para siempre en "la de Benny Hill". Cualquier grabación seria, ya sea casera o profesional, adelantada en cámara rápida y con esa música de fondo, se convierte en una parodia. Y todos saben, que quien inventó eso fue este gran cómico inglés.

Sus críticos lo tildaron de sexista más de una vez por incluir mujeres en paños menores y por el rol secundario y de adorno que les daba. Según ellos, las hermosas chicas que aparecían en el show eran meros objetos sexuales.

Benny Hill fue muy reservado en cuanto a su vida privada. Nunca se casó, a pesar de haberle pedido matrimonio a dos mujeres a lo largo de su vida. Le gustaba mucho viajar y nunca tuvo una casa propia. Cabe destacar, que uno de sus máximos admiradores fue nada menos que Charles Chaplin, quien había sido ídolo de Benny Hill en su niñez.

Este gran cómico inglés partió de este mundo un 20 de abril de 1992, a los 68 años de edad y producto de una trombosis coronaria. Había llegado a pesar más de 100kg. y su cuerpo estaba deteriorado. Los médicos le habían recomendado un bypass coronario al que él se opuso.

A pesar de no contar más con su talento, aún quedan sus grabaciones. Y también, dentro de cada uno de nosotros, está el recuerdo de esas noches en que nos reíamos incansablemente frente a la pantalla del televisor. Esas noches en que las carcajadas despertaban a los vecinos. Esas noches en que la realidad se aceleraba en cámara rápida. Esas inolvidables noches de El Show de Benny Hill.

Texto de la nota gentileza de Tury para el Blog de Más que Palabras

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente aporte. Zardoz.


Las imágenes y logos mostradas en este blog son propiedad de sus respectivos autores y/o dueños