Superman, los 70 años del hombre de acero
Si tuviéramos que elegir un personaje que pueda representar a todos los superhéroes, ese es Superman. Asombrosos poderes, un traje colorido con capa y todo, compromiso por defender sus ideales, un alterego opuesto a su verdadera personalidad, un punto débil y una enamorada a quien salvar y por quien arriesgarse lo consolidan como el paradigma del superhéroe. Superman reúne todas las condiciones necesarias para ser llamado así y, junto a Batman, es el emblema de ese género de historietas.
Creado por Joe Shuster y Jerry Siegel, en junio de 1938 hacía su primera aparición en el primer ejemplar de la revista Action Comics. Desde entonces, este poderoso alienígena se convirtió en el salvador de la humanidad. A través de los años se fue constituyendo como un ícono de la cultura pop y representa el modo de vida norteamericano.
Todo el mundo conoce a Superman y sabe de sus poderes. Tiene una fuerza asombrosa, es indestructible, desafía a la gravedad flotando y volando por el aire, es tan veloz que se puede mover sin que lo capte el ojo humano, puede ver a través de los objetos con su visión de rayos X, puede emitir rayos láser con los ojos, puede congelar cualquier cosa con solo soplar y tiene una capacidad auditiva sobrenatural, entre otros poderes. En fin, puede hacer de todo. La explicación es que Superman es un extraterrestre y al captar los rayos de nuestro sol amarillo, distinto al de su planeta natal, desarrolla sus sentidos y capacidades mucho más allá que cualquier ser humano.
El verdadero nombre de Superman no es Clark Kent como muchos creen, sino Kal-El y su única debilidad es la kryptonita, que fue la razón por la cual llegó a la Tierra. Cuando era apenas un bebé, su planeta se estaba destruyendo por el ascenso a la superficie de este mineral que resulta mortal para los kryptonianos. Su padre, Jor-El, descubrió que el planeta iba a colapsar e intentó alertar a las autoridades de Krypton que lo ignoraron y lo obligaron a no divulgar su teoría. Como los kryptonianos mueren al abandonar su planeta, Jor-El desarrolló una cura para ese mal y así inmunizó a Kal-El al que logró enviar fuera del planeta antes de que se destruyera tal cual él mismo lo había anticipado. Eligió la Tierra porque sabía que el sol amarillo lo iba a convertir en un ser superior y así asegurarse de que estuviera a salvo.
Kal-El cayó en Estados Unidos, en Smallville más precisamente, una ciudad ficticia ubicada en el estado de Kansas. Allí fue encontrado por Jonathan y Martha Kent, que decidieron adoptarlo y lo bautizaron Clark. De esta manera, el niño extraterrestre se convirtió en un granjero y creció como un norteamericano promedio, trabajando la tierra y estudiando. Durante este período de tiempo, empezó a descubrir que tenía poderes sobrenaturales.
Como fue criado por personas humildes y trabajadoras, decidió utilizar sus poderes para ayudar a los más débiles y luchar por defender sus ideales, que coinciden justamente con los del american way of life. Luego, ya entrado en la adultez, se marchó a la ciudad de Metrópolis para desarrollar su pasión por el periodismo. Para no exponer a sus seres queridos en su lucha contra el mal y para estar incluido en la sociedad, decidió crear el personaje de Clark Kent, cambiando su forma de ser y se convirtiéndolo en un tonto, cobarde y tímido periodista que trabaja en el diario Dialy Planet. La personalidad de Clark es totalmente opuesta a la de Superman y es lo que despista a quienes lo rodean para que no lo reconozcan ya que la única diferencia física entre él y el hombre de acero está solamente en el peinado que usa y un par de anteojos.
En el periódico, conocerá a Louis Lane, una ambiciosa y hermosa reportera que lo único que hace es meterse en problemas. Ella vive enamorada de Superman e ignora completamente a Clark. El personaje de Louis, en varias adaptaciones, es básicamente una mujer histérica que busca llamar la atención exponiéndose a situaciones peligrosas para obtener sus notas periodísticas y coquetear con el soltero más codiciado, Superman.
De ahí en más, aparecerán los villanos, encabezados por el malvado Lex Luthor, un millonario inescrupuloso y sin valores éticos que busca desestabilizar Metrópolis con sus maléficos planes y generar terror. Sólo Superman podrá salvar a la ciudad de su amenaza.
Superman es un ícono de Estados Unidos, de la misma forma que la Estatua de la Libertad, Coca-Cola y McDonalds. En cualquier adaptación es muy común encontrarlo con una bandera norteamericana flameando de fondo. Es el caso del final de la película Superman II, cuando le lleva la cúpula de la Casa Blanca al mismísimo presidente y lo tranquiliza diciéndole que luego de una corta ausencia, él ya está de vuelta para poner todo en su lugar.
Durante la Segunda Guerra Mundial, al igual que los personajes de Disney, Superman fue utilizado como medio de propaganda. En los cortos animados de la década del 40 lo podemos ver haciendo uso de sus poderes en favor de Estados Unidos hundiendo barcos y derribandole aviones a los japoneses.
Esta tendencia fue llevada mucho más a fondo por Frank Miller, en su genial novela gráfica El Regreso del Caballero Oscuro (Dark Knight's Return), que tiene como protagonista a un Batman de 55 años y en la cual todos los superhéroes fueron prohibidos debiendo abandonar sus actividades. Todos, menos Superman, que pasa a trabajar de encubierto para el gobierno títere de un avejentado Ronald Reagan que encubre una dictadura. Cuando Batman decide volver a calzarse el traje y luchar contra el crimen rompiendo la prohibición, el hombre de acero es enviado para ponerle un límite. La lucha entre los dos titanes será inminente.
Superman, como su nombre lo indica, es un super hombre, o más que eso, un hombre perfecto. Sus habilidades físicas son superiores a las de una persona común. Lucha por defender sus ideales y su fe es inquebrantable así como su voluntad, incorruptible. Pelea contra peligrosos monstruos que azotan Metrópolis, pero luego de cumplido su trabajo, aún le quedan ganas para bajarle el gatito de un árbol a una niña, dejar un consejo sobre seguridad vial o incluso anti tabaco. Lo que se dice, todo un Boy Scout.
Creado por Joe Shuster y Jerry Siegel, en junio de 1938 hacía su primera aparición en el primer ejemplar de la revista Action Comics. Desde entonces, este poderoso alienígena se convirtió en el salvador de la humanidad. A través de los años se fue constituyendo como un ícono de la cultura pop y representa el modo de vida norteamericano.
Todo el mundo conoce a Superman y sabe de sus poderes. Tiene una fuerza asombrosa, es indestructible, desafía a la gravedad flotando y volando por el aire, es tan veloz que se puede mover sin que lo capte el ojo humano, puede ver a través de los objetos con su visión de rayos X, puede emitir rayos láser con los ojos, puede congelar cualquier cosa con solo soplar y tiene una capacidad auditiva sobrenatural, entre otros poderes. En fin, puede hacer de todo. La explicación es que Superman es un extraterrestre y al captar los rayos de nuestro sol amarillo, distinto al de su planeta natal, desarrolla sus sentidos y capacidades mucho más allá que cualquier ser humano.
El verdadero nombre de Superman no es Clark Kent como muchos creen, sino Kal-El y su única debilidad es la kryptonita, que fue la razón por la cual llegó a la Tierra. Cuando era apenas un bebé, su planeta se estaba destruyendo por el ascenso a la superficie de este mineral que resulta mortal para los kryptonianos. Su padre, Jor-El, descubrió que el planeta iba a colapsar e intentó alertar a las autoridades de Krypton que lo ignoraron y lo obligaron a no divulgar su teoría. Como los kryptonianos mueren al abandonar su planeta, Jor-El desarrolló una cura para ese mal y así inmunizó a Kal-El al que logró enviar fuera del planeta antes de que se destruyera tal cual él mismo lo había anticipado. Eligió la Tierra porque sabía que el sol amarillo lo iba a convertir en un ser superior y así asegurarse de que estuviera a salvo.
Kal-El cayó en Estados Unidos, en Smallville más precisamente, una ciudad ficticia ubicada en el estado de Kansas. Allí fue encontrado por Jonathan y Martha Kent, que decidieron adoptarlo y lo bautizaron Clark. De esta manera, el niño extraterrestre se convirtió en un granjero y creció como un norteamericano promedio, trabajando la tierra y estudiando. Durante este período de tiempo, empezó a descubrir que tenía poderes sobrenaturales.
Como fue criado por personas humildes y trabajadoras, decidió utilizar sus poderes para ayudar a los más débiles y luchar por defender sus ideales, que coinciden justamente con los del american way of life. Luego, ya entrado en la adultez, se marchó a la ciudad de Metrópolis para desarrollar su pasión por el periodismo. Para no exponer a sus seres queridos en su lucha contra el mal y para estar incluido en la sociedad, decidió crear el personaje de Clark Kent, cambiando su forma de ser y se convirtiéndolo en un tonto, cobarde y tímido periodista que trabaja en el diario Dialy Planet. La personalidad de Clark es totalmente opuesta a la de Superman y es lo que despista a quienes lo rodean para que no lo reconozcan ya que la única diferencia física entre él y el hombre de acero está solamente en el peinado que usa y un par de anteojos.
En el periódico, conocerá a Louis Lane, una ambiciosa y hermosa reportera que lo único que hace es meterse en problemas. Ella vive enamorada de Superman e ignora completamente a Clark. El personaje de Louis, en varias adaptaciones, es básicamente una mujer histérica que busca llamar la atención exponiéndose a situaciones peligrosas para obtener sus notas periodísticas y coquetear con el soltero más codiciado, Superman.
De ahí en más, aparecerán los villanos, encabezados por el malvado Lex Luthor, un millonario inescrupuloso y sin valores éticos que busca desestabilizar Metrópolis con sus maléficos planes y generar terror. Sólo Superman podrá salvar a la ciudad de su amenaza.
Superman es un ícono de Estados Unidos, de la misma forma que la Estatua de la Libertad, Coca-Cola y McDonalds. En cualquier adaptación es muy común encontrarlo con una bandera norteamericana flameando de fondo. Es el caso del final de la película Superman II, cuando le lleva la cúpula de la Casa Blanca al mismísimo presidente y lo tranquiliza diciéndole que luego de una corta ausencia, él ya está de vuelta para poner todo en su lugar.
Durante la Segunda Guerra Mundial, al igual que los personajes de Disney, Superman fue utilizado como medio de propaganda. En los cortos animados de la década del 40 lo podemos ver haciendo uso de sus poderes en favor de Estados Unidos hundiendo barcos y derribandole aviones a los japoneses.
Esta tendencia fue llevada mucho más a fondo por Frank Miller, en su genial novela gráfica El Regreso del Caballero Oscuro (Dark Knight's Return), que tiene como protagonista a un Batman de 55 años y en la cual todos los superhéroes fueron prohibidos debiendo abandonar sus actividades. Todos, menos Superman, que pasa a trabajar de encubierto para el gobierno títere de un avejentado Ronald Reagan que encubre una dictadura. Cuando Batman decide volver a calzarse el traje y luchar contra el crimen rompiendo la prohibición, el hombre de acero es enviado para ponerle un límite. La lucha entre los dos titanes será inminente.
Superman, como su nombre lo indica, es un super hombre, o más que eso, un hombre perfecto. Sus habilidades físicas son superiores a las de una persona común. Lucha por defender sus ideales y su fe es inquebrantable así como su voluntad, incorruptible. Pelea contra peligrosos monstruos que azotan Metrópolis, pero luego de cumplido su trabajo, aún le quedan ganas para bajarle el gatito de un árbol a una niña, dejar un consejo sobre seguridad vial o incluso anti tabaco. Lo que se dice, todo un Boy Scout.
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