domingo, 27 de abril de 2008

Nuevo aniversario de la desaparición del autor de El Eternauta

Héctor Germán Oesterheld fue uno de los grandes pilares de la historieta argentina. Creó personajes emblemáticos y contribuyó a impulsar el género en el país. También escribió cuentos y novelas hasta que fue secuestrado en 1977 por la dictadura militar. Hoy, se cumplen 31 años de su desaparición.

Nació un 23 de julio de 1919 en la Ciudad de Buenos Aires. En la universidad, se volcó al estudio de la geología. Se recibió de licenciado y llegó a dedicarse a esa profesión durante un tiempo. Sin embargo, fue la escritura su gran pasión. A tal punto, que decidió abandonar su profesión para dedicarse de lleno a escribir.

Comenzó escribiendo cuentos para niños y artículos de divulgación científica. Sus primeros guiones para historieta fueron para la revista Cinemisterio donde trabajó con el italiano Hugo Pratt, creador de Corto Maltés. Dio vida a Bull Rocket con dibujos de Paul Campani. Se trataba de un piloto de pruebas y fue el primer personaje de Oesterheld que se destacó.

Luego vino Sargento Kirk, con dibujos de Hugo Pratt. Con ambiente de western, Kirk es un desertor del Ejército Estadounidense que se aleja de la guerra luego de ser forzado a participar en una masacre.

En 1957 fundó, junto a su hermano, Editorial Frontera, la cual publicaría las revistas Hora Cero y Frontera. Debido al éxito luego vendrían expansiones de estas revistas.

Creó luego a Ernie Pike, un cronista que relata historias de la Segunda Guerra Mundial. El personaje tuvo éxito y llegó a tener sus propias revistas.

Junto al gran maestro Alberto Breccia, le dio vida a Sherlock Time. Luego colaboró con Francisco Solano López en la creación de Joe Zonda y Rolo, el marciano adoptivo. Con Pratt, también creó Ticonderoga.

Pero sin duda alguna, el personaje más emblemático de Oesterheld fue El Eternauta. Este ícono de la cultura argentina contó con los dibujos de Francisco Solano López y apareció por primera vez un 4 de septiembre de 1957 en la revista Hora Cero Semanal.

El Eternauta cuenta la historia de una invasión extraterrestre. Los personajes principales son tan argentinos que cuando la invasión comienza, los sorprende jugando un partido de truco. Buenos Aires y sus alrededores se convierten en el escenario principal de esta fascinante historia de supervivencia.

El protagonista es Juan Salvo, que se le aparece en su estudio al mismo Oesterheld, que se convierte en personaje. Salvo le relata la catástrofe que ocurrirá en un futuro próximo cuando los extraterrestres avancen sobre La Tierra.

Esta historia ha dejado imágenes imborrables en el recuerdo de todos los que lo han leído. La nieve tóxica, la primer salida a la calle con el traje de buzo y el fusil al hombro. También los personajes son inolvidables: el propio Juan Salvo y sus mayores amores, Elena, su esposa, y Martita, su pequeña hija. Sin dejar afuera a los amigos y compañeros de batalla, Favalli, Lucas, Polsky y Franco.

Luego de El Eternauta, muchos dibujantes abandonaron Frontera tentados desde Europa. Allí les ofrecían mejores contratos. La editorial se fue derrumbando económicamente hasta llegar a la quiebra.

A pesar de este hecho, Oesterheld continuó trabajando para otras editoriales. Volvió a juntarse con Breccia para darle vida a Mort Cinder, el hombre eterno. Un ser que cada vez que muere, resucita. Sus historias se basan en las vivencias de este personaje, testigo de grandes momentos de la humanidad.

En los años siguientes, las obras de Oesterheld comenzaron a tratar cada vez más temas políticos. Realizó una adaptación a historieta sobre la vida del Che Guevara. Esta obra fue censurada por la dictadura de Juan Carlos Onganía.

En 1969, con Breccia, realizó una nueva versión de El Eternauta, para la revista Gente. El guión fue alterado y había en él muchas alusiones políticas. La obra fue cancelada y se debió resumir la trama para que no quedara inconclusa.

Entrados los setenta, Oesterheld ya era militante de la agrupación Montoneros. Con él participaban también sus hijas. En 1976 se reunió otra vez con Solano López para realizar la segunda parte de El Eternauta. Oesterheld insistía en darle un tinte político a la historia. Solano López no estuvo de acuerdo con gran parte del proyecto.

El 27 de abril de 1977 Héctor Germán Oesterheld fue secuestrado por la dictadura militar en la ciudad de La Plata. Pasó a convertirse en uno más de los 30.000 desaparecidos. Junto a él, desaparecieron sus cuatro hijas, sus yernos y sus nietos.

El año pasado, en conmemoración del 30º aniversario de su desaparición, se repartieron en distintas escuelas de educación media el libro 50/30: 50 años con El Eternauta, 30 años sin Oesterheld. Un homenaje merecido. Tal vez es hora de que en las escuelas argentinas se reemplacen algunos libros clásicos de literatura que aburren a los jóvenes por libros como El Eternauta, que pueden despertar mayor interés en la cultura.

También el año pasado fue recordado en aquel inolvidable 9 de julio en que la nieve cubrió Buenos Aires. Muchos recordaron el inicio de El Eternauta, con la temible nieve tóxica. La tapa del diario Página/12 fue un excelente homenaje.

La obra de este genial guionista aún sigue vigente. De su cabeza brotaron innumerables personajes. De todos ellos, El Eternauta se destacó por sobre los otros. Al igual que su personaje más famoso, Oesterheld también trascendió mucho más allá del tiempo.

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