miércoles, 15 de septiembre de 2010

Scorpions se despidió de Argentina con un recital a puro rock

La banda alemana liderada por Klaus Meine se despidió de su público en Argentina con un recital a puro rock duro en un Luna Park repleto.

Su visita al país formó parte de la gira Sting and Blockout Tour, la última de toda su historia ya que después de más de 40 años de trayectoria decidieron cerrar el ciclo para siempre. Las sensanciones que dejó una despedida que desbordó rock and roll.

El Luna Park fue el escenario de la despedida de Scorpions de Argentina. 8.000 fans de la banda esperaron ansiosos el comienzo del show. Finalmente, luego de un video introductorio, los escorpiones salieron a escena con Sting in the Tail, tema del último disco, de este 2010.

La formación actual de la banda, que fue cambiando a lo largo de más de 45 años, es Klaus Meine en voz y Rudolf Schenker en guitarra (ambos, miembros fundadores), Matthias Jabs en guitarra, Pawel Maciwoda en bajo y James Kottak en la batería. La banda se mostró en perfecto estado a pesar del paso del tiempo. Meine y Schenker tienen 62 años cada uno pero se los vio intactos y llenos de energía.

Scorpions arrancó con toda la adrenalina de sus temas más rockeros.  Make it Real y Bad Boys Running Wild hicieron explotar el Luna Park tras la apertura. Luego llegó el turno de uno de los temas más emblemáticos The Zoo, del disco Animal Magnetism de 1980. Luego siguieron Coast to Coast y Loving you Sunday Morning.

El cambio de ritmo lo dieron con la hermosa The Best is Yet to Come, tema del último disco, que demuestra que la magia de la banda para componer no ha muerto. En este segmento, Meine jugó con el público un rato haciéndole repetir el estribillo de la canción.

Siguiendo el estilo de composición, anunció la siguiente canción explicando que a finales de los ochenta notaron muchos cambios que los inspiraron a componerla. No hubo mucho más que decir, el suave silbido del cantante dio comienzo a la apertura de Wind of Change. El público acompañó la letra del hit más popular de la banda.

A continuación tocaron Holiday, una de sus mejores baladas, del álbum Lovedrive de 1979. El público volvió a responderle los coros a Meine, que se entretuvo jugando y divirtiéndose con su gente.

Después de más rock and roll duro con temas como Tease Me Please Me entre otros, vino el solo de batería de James Kottak. El estadounidense, de 47 años, la rompió y al grito de "You Kick Ass" saludó al público argentino. Brindó con cerveza y mostró su tatuaje en la espalda que dice "Rock & Roll Forever" para que el público delire.

Acercándose al final del show, Scorpions no pudo dejar afuera Blackout y Big City Nights.

La energía que se veía en el escenario hacía presentir que se venía el mejor de los cierres. Schenker, ya con sombrero, seguía frenético; corría y saltaba a más no poder. Igual Jabs y Kottak, que parecía poseído. En un nivel más calmo estaba el bajista polaco Maciwoda.


Cuando Klaus Meine gritó "Still Loving You Argentina", el escenario del Luna Park se tiñó de rojo y comenzaron los acordes del hit más grande de la banda. La gente acompañó la maravillosa balada. Fue el momento más esperado de la noche.

Para cerrar, como no podía ser de otra manera, los escorpiones rockearon como un huracán. El tema emblema de la banda Rock You Like a Hurricane le puso el broche de oro a la despedida de Argentina. La gente los saludó con cantos de hinchada de fútbol y ellos, felices, no dejaron de agradecer tanto cariño.

El recital duró una hora cuarenta y cinco, y aunque quedaron afuera algunos temas como We'll burn the sky, Send me an angel o Restless Nights más algunas baladas, fue un show completo y de puro rock, de una banda que se retira en un estado impecable. Una pena para los fans, que siempre quieren un poco más. Pero en este caso, el escorpión picó por última vez.

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