Michael Scott, el mejor jefe del mundo
Steve Carell ya tenía una extensa carrera en televisión y hasta había llegado al cine, cuando en el 2005 se puso por primera vez el traje de Michael Scott, para la versión americana de la serie The Office.
A pesar de haber conocido el éxito en la pantalla grande, no cabe duda que este es el gran papel de Steve Carell. Ningún otro personaje le ha caído tan perfecto como Michael Scott, a quien le ha dado cada uno de sus mejores gestos y lo ha llevado al límite … y en más de una oportunidad ha cruzado esa barrera de manera genial y sin titubear.
La exploración del interior del personaje ha sido muy grande, y en eso tiene que ver (y mucho) el crecimiento de la serie, un guión genial y la búsqueda de un lugar para cada uno de los que forman parte de la historia.
Michael Scott comienza siendo el jefe que quiere ser reconocido por sus empleados por su buen humor, pero lo arruina siempre con chistes de mal gusto, que muchas veces incluyen comentarios homofóbicos, racistas o muy poco felices.
Con la maduración del personaje en la tira, se explora el porqué de sus actitudes. Salen a la luz el miedo al rechazo, la necesidad de ser siempre centro de atención y ciertas características que terminan de darle color al personaje.
Sus vivencias con el personal y sus historias amorosas, suelen ser diferentes a su visión de los hechos. Su necesidad de justificarse logra el punto justo que busca el Mockumentary, al ponerlo frente a la cámara para que pueda explayarse en sus comentarios.
Por otra parte, Dwight (Rainn Wilson) es el contrapunto perfecto, para lograr el lucimiento de ambos en la serie. Y si miramos a la recepcionista, encontraremos que Pam (Jenna Fischer) tiene siempre la cara perfecta de situación, o de sufrimiento, según sea el caso y la ocurrencia de Michael.
Como en las grandes series americanas, The Office le hace lugar a todos para el lucimiento, pero sin dudas le abre la puerta para que salga a jugar con libertad a un Steve Carell brillante, que se luce como Michael Scott … el jefe que todo el mundo desearía tener ... ¿o no?.
A pesar de haber conocido el éxito en la pantalla grande, no cabe duda que este es el gran papel de Steve Carell. Ningún otro personaje le ha caído tan perfecto como Michael Scott, a quien le ha dado cada uno de sus mejores gestos y lo ha llevado al límite … y en más de una oportunidad ha cruzado esa barrera de manera genial y sin titubear.
La exploración del interior del personaje ha sido muy grande, y en eso tiene que ver (y mucho) el crecimiento de la serie, un guión genial y la búsqueda de un lugar para cada uno de los que forman parte de la historia.
Michael Scott comienza siendo el jefe que quiere ser reconocido por sus empleados por su buen humor, pero lo arruina siempre con chistes de mal gusto, que muchas veces incluyen comentarios homofóbicos, racistas o muy poco felices.
Con la maduración del personaje en la tira, se explora el porqué de sus actitudes. Salen a la luz el miedo al rechazo, la necesidad de ser siempre centro de atención y ciertas características que terminan de darle color al personaje.
Sus vivencias con el personal y sus historias amorosas, suelen ser diferentes a su visión de los hechos. Su necesidad de justificarse logra el punto justo que busca el Mockumentary, al ponerlo frente a la cámara para que pueda explayarse en sus comentarios.
Por otra parte, Dwight (Rainn Wilson) es el contrapunto perfecto, para lograr el lucimiento de ambos en la serie. Y si miramos a la recepcionista, encontraremos que Pam (Jenna Fischer) tiene siempre la cara perfecta de situación, o de sufrimiento, según sea el caso y la ocurrencia de Michael.
Como en las grandes series americanas, The Office le hace lugar a todos para el lucimiento, pero sin dudas le abre la puerta para que salga a jugar con libertad a un Steve Carell brillante, que se luce como Michael Scott … el jefe que todo el mundo desearía tener ... ¿o no?.
Comentarios