jueves, 1 de mayo de 2008

Citizen Kane, aquella obra maestra de Orson Welles

Se cumple hoy un nuevo aniversario del estreno de una de las obras cumbres de la historia del cine. Hace 67 años, el talentoso Orson Welles presentaba Citizen Kane (El Ciudadano).

En el año 1941, el mundo tenía muchas preocupaciones. La guerra ya se había apoderado de Europa y en el Pacífico los japoneses se mostraban cada vez más amenazantes. Estados Unidos permanecía atento al transcurso de los acontecimientos y proyectaba una eventual intervención en el conflicto. Mientras tanto, fuera del ámbito político y bélico, un joven Orson Welles sacudía al mundo del cine con una nueva película escrita, dirigida y protagonizada por él mismo. Un film que marcaría un antes y un después.

El Ciudadano comienza con la muerte del multimillonario Charles Foster Kane, poderoso dueño de varios periódicos de gran influencia y una de las personas públicas más famosas de Estados Unidos. La muerte lo encuentra viejo y solo en su enorme castillo, después de haber tenido una vida de pura exposición social. Antes de pasar a la otra vida y en su último suspiro el anciano Kane pronuncia la palabra Rosebud. La intriga sobre el significado de esa palabra será el hilo conductor a lo largo de toda la historia. Un joven periodista buscará la respuesta a la gran incógnita y para ello se entrevistará con las personas que más conocieron a Kane. Cada una de ellas le relatará distintas etapas de la vida del magnate: su niñez en una casa humilde, el momento en que toma posesión de su fortuna, su periódico, la fama, sus mujeres, sus amigos, su candidatura política y sus mejores y peores momentos. El periodista intentará unir las piezas del rompecabezas para develar el misterio que esconde Rosebud.

El personaje de Charles Kane estuvo inspirado casi en su totalidad en el poderoso magnate de los medios William Randolph Hearst. El guión de la película es un calco de la vida de este hombre que buscó impedir que la cinta cobrara trascendencia, pero su situación tras la Gran Depresión no era la mejor por lo que su poder no tuvo tanto alcance como para censurar a Welles.

El Ciudadano es considerada por muchos críticos como la mejor película de todos los tiempos. Aparece siempre en los primeros puestos de casi todos los ránkings que se confeccionan, y en muchos de ellos ocupando la primera posición.

Desde el punto de vista de la innovación, Welles no aportó técnicas nuevas a lo ya conocido en el cine con esta obra, pero sí utilizó todo lo existente de forma brillante y revolucionó el género por la manera de contar la historia. En muchas escenas dejó de lado algunas reglas básicas de dirección para dar paso a lo que tenía en su cabeza. Algunos le atribuyen en esta película la invención del flashback: aquellas escenas en las que un personaje rememora el pasado y de inmediato la acción pasa a desarrollarse en ese recuerdo, para luego volver al presente. Un recurso que luego se repitió innumerables veces en cualquier otro género del cine. Por otro lado, Welles hizo el film muy personal, algo que hasta entonces nadie había hecho.

Increíblemente, esta obra maestra obtuvo un único premio Oscar. Fue por mejor guión original aunque recibió también ocho nominaciones. Entre ellas, mejor película y mejor actor protagónico para Orson Welles. Ese Oscar fue el único que recibió el genial director y actor en toda su carrera. Recién en 1970 se dieron cuenta de su talento (un poco tarde) y le otorgaron uno honorífico.

Podemos ver referencias a El Ciudadano en distintos capítulos de Los Simpsons. Hay muchas escenas en las que se copian segmentos del film a modo de homenaje y además, el personaje del Señor Burns está muy inspirado en Charles Kane. El episodio que busca recuperar su osito de peluche Bobo, perdido en su infancia, es casi en su totalidad un gran homenaje a la cinta.

Orson Welles volvería a mostrar todo su talento a lo largo de su carrera, pero nunca como en Citizen Kane. Con el pasar de los años, esta perla del cine se fue convirtiendo en un mito, una obra maestra que más tarde o más temprano todos debemos disfrutar. Para aquellos renuentes a ver cine clásico por ser en blanco y negro o por tildarlo de pesado y lento (aún sin haber visto una sola película de este estilo), no saben lo que se pierden con esta joya en particular. Y en general, con todos los trabajos de Orson Welles.

Más información en iMDB
Trailer original en inglés
Ranking de las mejores películas de todos los tiempos según el American Film Institute
Homenajes de Los Simpsons: 1 y 2

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