jueves, 10 de abril de 2008

La percepción de las cosas

El tiempo a veces nos hace pensar en los cambios. En las cosas que pasaron, en el momento actual y en lo que vendrá.

La tecnología, como una compañera eterna, se transforma en parte de los cambios que nos rodean. Televisión, internet, telefonía celular y conexiones inalámbricas, son sólo un viento dentro de estos nuevos aires, en esta nueva era de la "comunicación".

Y quizás tenga que ver con eso que decía Luca, en su particular versión del tema de Pablo Milanés, Años "lo único que progresa con el paso del tiempo es la tecnología. El hombre no, siempre es el mismo".

O quizás no, quizás tambien el hombre evoluciona o involuciona por el propio peso de sus actos. Ya que la tecnología es creación del hombre y en tal caso cada uno elige su camino.

Sin embargo, todo tiene que ver con el cristal con el que se mire la vida. Por eso quería compartir con quien lea este espacio, un cuento que escribí hace un par de años, y que habla de eso, de la tecnología, las relaciones humanas y ... La percepción de las cosas ...

Te veo sentado a oscuras en el mismo sillón donde tejimos sueños de amor. Una tenue luz apenas ilumina tu cara, me acerco para acariciarte y siento que un témpano me recorre los dedos. Tus ojos están clavados en la pantalla, siguiendo cada una de las figuras, esperando que pase algo. Tu boca entreabierta parece querer decir algo, pero las palabras mueren antes de salir. Tus dedos se mueven con inusitada rapidez, tu cuerpo se contrae y se tira para atrás, tus pies se mueven a un ritmo demencial.

Yo no entiendo bien lo que pasa en esa pantalla, ni lo quiero entender. En ocasiones tengo miedo de interrumpir un Combate mortal o tu fantasía final.

A veces pienso si hombre y máquina se han fusionado o si sólo eres un diminuto engranaje de metal que la hace funcionar.Siento que un abismo nos aleja y eso me duele de verdad. Mi imaginación se pierde en un viaje sónico que nos lleva a años luz de distancia, y nos permite flotar en algún rincón del universo, donde no es necesario pensar.

Ya no hacemos largos viajes a las montañas para esquiar, ni visitamos las playas para relajarnos en el mar. Ahora vives dentro de esa caja de cristal que te sumerge en un mundo irreal, subido a una colina silenciosa o escondido en una mansión maníaca que no te libera y te pide más.He pasado largas horas de mi vida intentando encontrar una razón, imposible misión para un ser tan básico como yo.Aún recuerdo cuando viniste con el primer diskette. En una etiqueta blanca habías escrito un nombre que me parecía peculiar: “Carmen Sandiego”. Así fue como todo empezó. Luego siguieron piratas buscando tesoros, magos en su telar y hasta un príncipe en un lejano lugar.

El tiempo pasa y nos alcanza a los dos. Ya no llevas el pelo largo, tus cabellos se han comenzado a poblar de delicadas matas blancas. Tu piel ya no es tan suave y las arrugas han comenzado a avanzar.Tal vez yo he perdido la razón o sólo me haya superado la inmensa soledad de no tenerte cuando estás a mi lado.

Compré un sillón más amplio. Lo suficiente para los dos. Conecté un equipo al lado del tuyo y comencé a probar.

Ahora estamos mucho más unidos y nuestros días pasan en paz.

Quizás sea la aceptación, el miedo al cambio o simplemente el amor que aún nos une a los dos.Una nueva comunidad virtual nos acogió y encontramos amigos allí. Ya no extraño las olas del mar ni las cumbres nevadas.

No necesitamos abrir la boca para hablar, hay modernas salas de chat para cuando nos queremos comunicar. No importa que estemos uno al lado del otro, nuestra comunicación ahora es así.

La cocina ha dejado de funcionar, comprar la comida hecha es mucho más práctico. Hemos encontrado trabajo virtual que nos permite quedarnos aquí. No hay necesidad de salir.

Ahora sólo vemos el mundo a través de este cíclope de cristal. Y a decir verdad, no es tan malo como me parecía. Es sólo cuestión de probar.

La percepción de las cosas
Escrito originalmente para el NJL de Psicofxp

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