sábado, 18 de septiembre de 2010

The Expendables, una de acción con Stallone y sus amigos

Dicen que los gustos hay que dárselos en vida y Silvester Stallone es un hombre que cumple con este dicho. Ha interpratado a dos de los personajes más recordados de la historia del cine, como lo son Rocky Balboa y John Rambo, ha incursionado en la comedia y hasta en su momento se dio el lujo de tener una cadena de restaurantes con grandes figuras de acción como With Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger.

Varios años después de aquella apuesta, Stallone se da un nuevo gusto, al convocar un elenco de lujo para rodar The Expendables, una película que cuenta con dirección y guión del propio Stallone (basado en una historia de Dave Callaham).

Entre las grandes estrellas de la película, hay que destacar las participaciones de Jason Statham, Terry Crews, Jet Li, Dolph Lundgren, Mickey Rourke y Eric Roberts, en el papel del villano de turno. A ellos se les deben sumar las participaciones especiales de Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis. La belleza, en este filme la aportan Charisma Carpenter y Giselle Itié. La lista de figuras es realmente abultada y no se detiene sólo en las mencionadas, sino que encontraremos rostros familiares por doquier en esta producción.

Ahora adentrándonos en el argumento, es importante destacar que esta película no busca tener un guión ganador del Oscar, por el contrario, la intención del filme es entretener con toques de humor y mucha acción, a la que nos acostumbraron estos monstruos en sus años de gloria, allá por la década del ochenta. Y esta es la clave, porque sin dudas hay un aire “ochentoso” en el filme, no sólo por los actores, sino también por el tipo de acción, algunos guiños y pequeños detalles que nos recuerdan a las películas que adoramos cuando éramos niños (o adolescentes). En este contexto, vale la pena decir que The Expendables es principalmente una película de tiros, explosiones, sangre y golpes (muchos golpes). Todos aquellos que disfrutaron de este cine (y aún hoy lo disfrutan) encontrarán un filme que los divertirá por una hora y media, y hasta seguramente les traerá algún grato recuerdo.

Una de las perlitas de la película es la escena en la iglesia, donde podemos disfrutar a Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger y a Silvester Stallone en escena. Con varios toques de humor, es un deleite tanto para los espectadores y seguramente un grato momento para los actores. Sin desmerecer para nada ese gran momento de la película, no pude evitar pensar al verlo, que una escena así, en manos de Tarantino hubiera quedado guardada en la memoria grande del cine.

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