Las obras maestras de Edgar Allan Poe
En ocasiones, la historia de la literatura se viste de gala con nombres que dejan su huella en obras que se agigantan con el paso del tiempo.
Este es el caso de Edgar Allan Poe, nacido en Boston, el 19 de Enero de 1809. Un escritor que cambió definitivamente la historia de la literatura con un estilo que genera admiración hasta nuestros días.
Edgar Allan Poe fue un adelantado a su tiempo y uno de los grandes precursores de la ciencia ficción, con textos como “La incomparable aventura de un tal Hans Pfaal” o la increíble historia de “Lo hechos sobre el caso del señor Valdemar”.
Le dio identidad a la novela policial y se dice que inventó el subgénero de historias de detectives, siendo Auguste Dupin el manantial del cual bebió Sir Arthur Conan Doyle para crear al mítico Sherlock Holmes. El detective inventando por Poe apareció en obras como “Los crímenes de la calle Morgue”, “El misterio de Marie Rogêt” y “La carta robada”. Todas verdaderas joyas de la literatura.
Si bien el legado de Poe es gigantesco en cada uno de los géneros que abordó, su figura se hace aún más grande cuando su genio se sumerge en las sombras del suspenso, el misterio y especialmente en el terror. Sus relatos de horror hacen que nuestros sentidos lleguen al límite en textos como "La caída de la casa Usher", "Ligeia", “Berenice” o "El pozo y el péndulo".
Edgar Allan Poe es un escritor que marca la diferencia en aspectos que podrían ser la perdición para cualquier otro ser humano y para él fue su mayor fuente de inspiración: sus obsesiones. Un elemento que lo acompaña a lo largo de su obra y que se destaca en uno de sus cuentos más emblemáticos, como en “El corazón delator” o en su poesía más recordada “El cuervo”.
Poe no es el clásico narrador de historias de fantasmas, por lo contrario, hace que sus fantasmas escriban por él y estén siempre presentes en sus textos. Está claro que si Poe no hubiera tenido la vida que le tocó, probablemente no hubiera escrito las obras que hoy lo encumbran como uno de los más grandes escritores de todos los tiempos.
Su influencia en la novela policial, el terror y la ciencia ficción es trascendental, tal como hemos podido ver. Pero también ha recibido homenajes y sus historias han llegado al cine y a la televisión.
El gran Vincent Price será recordado por encarnar a varios de los personajes que ideó la mente de Edgar Allan Poe. Tim Burton demostró todo su fanatismo por ambos en su corto “Vincent”. Hasta Los Simpsons lo homenajearon en más de una oportunidad, como en aquel especial de noche de brujas en el cual Lisa lee “El cuervo”.
Poe murió el 7 de Octubre de 1849, en Baltimore. Mucho se ha hablado de su deceso, vinculándolo con el alcoholismo, sífilis, cólera y hasta con ataques de delirio.
Más allá de las causas de su muerte, es evidente que el escritor estaba acosado por los mismos fantasmas que lo habían empujado a escribir sus obras más oscuras (y brillantes a la vez). Quizás su pluma ya había dado todo lo que podía dar y simplemente se quedó sin tinta en el tintero. O tal vez, alguien en el cielo se apiadó de su alma perturbada y la dejó partir para que pueda descansar lejos del dolor de vivir.
Este es el caso de Edgar Allan Poe, nacido en Boston, el 19 de Enero de 1809. Un escritor que cambió definitivamente la historia de la literatura con un estilo que genera admiración hasta nuestros días.
Edgar Allan Poe fue un adelantado a su tiempo y uno de los grandes precursores de la ciencia ficción, con textos como “La incomparable aventura de un tal Hans Pfaal” o la increíble historia de “Lo hechos sobre el caso del señor Valdemar”.
Le dio identidad a la novela policial y se dice que inventó el subgénero de historias de detectives, siendo Auguste Dupin el manantial del cual bebió Sir Arthur Conan Doyle para crear al mítico Sherlock Holmes. El detective inventando por Poe apareció en obras como “Los crímenes de la calle Morgue”, “El misterio de Marie Rogêt” y “La carta robada”. Todas verdaderas joyas de la literatura.
Si bien el legado de Poe es gigantesco en cada uno de los géneros que abordó, su figura se hace aún más grande cuando su genio se sumerge en las sombras del suspenso, el misterio y especialmente en el terror. Sus relatos de horror hacen que nuestros sentidos lleguen al límite en textos como "La caída de la casa Usher", "Ligeia", “Berenice” o "El pozo y el péndulo".
Edgar Allan Poe es un escritor que marca la diferencia en aspectos que podrían ser la perdición para cualquier otro ser humano y para él fue su mayor fuente de inspiración: sus obsesiones. Un elemento que lo acompaña a lo largo de su obra y que se destaca en uno de sus cuentos más emblemáticos, como en “El corazón delator” o en su poesía más recordada “El cuervo”.
Poe no es el clásico narrador de historias de fantasmas, por lo contrario, hace que sus fantasmas escriban por él y estén siempre presentes en sus textos. Está claro que si Poe no hubiera tenido la vida que le tocó, probablemente no hubiera escrito las obras que hoy lo encumbran como uno de los más grandes escritores de todos los tiempos.
Su influencia en la novela policial, el terror y la ciencia ficción es trascendental, tal como hemos podido ver. Pero también ha recibido homenajes y sus historias han llegado al cine y a la televisión.
El gran Vincent Price será recordado por encarnar a varios de los personajes que ideó la mente de Edgar Allan Poe. Tim Burton demostró todo su fanatismo por ambos en su corto “Vincent”. Hasta Los Simpsons lo homenajearon en más de una oportunidad, como en aquel especial de noche de brujas en el cual Lisa lee “El cuervo”.
Poe murió el 7 de Octubre de 1849, en Baltimore. Mucho se ha hablado de su deceso, vinculándolo con el alcoholismo, sífilis, cólera y hasta con ataques de delirio.
Más allá de las causas de su muerte, es evidente que el escritor estaba acosado por los mismos fantasmas que lo habían empujado a escribir sus obras más oscuras (y brillantes a la vez). Quizás su pluma ya había dado todo lo que podía dar y simplemente se quedó sin tinta en el tintero. O tal vez, alguien en el cielo se apiadó de su alma perturbada y la dejó partir para que pueda descansar lejos del dolor de vivir.
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